La comunidad judía vivía entre las calles de Santiago y la calle Colegios, teniendo como eje central la calle Mayor. Por el oeste llegaban hasta la plaza del Mercado.
Los judíos se sitúan en la aljama situada prioritariamente en la calle Mayor, con sus numerosos adarves (calles o callejuelas sin salida, que desembocan en un corral o patio de vecindad), extendiéndose por las calles secundarias donde ejercían sus actividades mercantiles y financieras de todo género. La judería abarca una zona en forma de cuadrilátero, incluyendo la cabecera inmediata de las calles de Escritorios, la totalidad de la calle Mayor, como ya quedó dicho, y parte de la de Santiago, y cuyo límite podía decirse que estaba en la calle Segovia, hoy desaparecida, que unía las citadas calles con la puerta de Burgos.
Los judíos, sobre todo los que vivían en la calle Mayor, se dedicaban al comercio, sus casas eran de dos plantas, en la planta baja tenían la tienda y en la parte superior su vivienda. La estructura soportalada de la calle, les permitía sacar sus mercancías a la vista del público y al mismo tiempo protegerlas de las inclemencias del tiempo. Un barrio lleno del colorido de las telas y artesanías.
LA SINAGOGA
Los judíos son un pueblo dentro de otro más amplio, para ellos la sinagoga representa un compendio de sentimientos, creencias y prácticas. La sinagoga intenta emular a su modelo ejemplar, al único entre todos: el Templo de Jerusalén, destruido en el año 70 d. C..
Es la seña de identidad de un pueblo que conserva una lengua, el hebreo(la van perdiendo poco a poco en favor del castellano, que después de la expulsión llamarán sephardí también tenemos testimonios del uso de la lengua castellana pero escrita con caracteres hebreos); sigue sintiéndose el pueblo elegido por el Dios del Antiguo Testamento. En la sinagoga pueden manifestar también su identidad como creyentes; durante el día acuden tres veces- al anochecer, al amanecer y al mediodía- para celebrar sus rezos comunitarios en presencia de un mínimo de diez varones mayores de trece años.
EL SABAT*
Es el sábado el día de obligado descanso para los judíos, recuerdan el descanso de Yahveh en la Creación. Tienen prohibido encender fuego y realizar cualquier otro tipo de trabajo; el inicio del sabat se marca con la ceremonia casera de encendido de las velas o candiles y coincide con la aparición de las tres primeras estrellas del atardecer del viernes.
La fiesta central para los judíos es la Pascua (Pésah*), el 14 del mes de nisán *, con la primera luna de primavera y que se prolonga ocho días, en ella celebran la salida de Egipto, el "paso" de la esclavitud a la libertad. La ceremonia casera se inicia con el séder *, en ella se recuerdan los acontecimientos salvadores de Yahveh para con su pueblo e incluye como elementos fundamentales comer hierbas amargas, pan sin levadura, vino y cordero. Entre los diferentes momentos de la cena, marcados por las copas de vino, se recita la Hagadá* - narración del éxodo de Egipto formada por pasajes bíblicos, junto con himnos y cánticos -; entre medias se come.
El barrio judío de Alcalá: