miércoles, 8 de diciembre de 2010

Dogmas

Un dogma (del griego δογμα, a su vez de δοκειν, dokein, "parecer") indica una creencia, doctrina o proposición sobre cuya verdad no se admiten dudas. Si bien los clásicos la emplearon para referirse en general a las afirmaciones de una persona o escuela, su uso contemporáneo está principalmente restringido a los principios que una religión afirma y cuyo acatamiento exige de todos los fieles.


El primer uso registrado en este sentido se remonta al Concilio de Jerusalén, y se conserva en el texto de Hechos 16:4, donde designa las instrucciones que el primer Concilio ecuménico dirigió a los protocristianos. En los textos de los Padres de la Iglesia el término pasó a indicar los preceptos instituidos por Jesús de Nazaret o por los apóstoles. De la escolástica data la distinción entre dogmas divinos, enseñados directamente por Jesús, apostólicos, enseñados por los apóstoles, o eclesiásticos, instituidos por concilios o papas posteriores.

De acuerdo a la doctrina contemporánea de la Iglesia Católica Romana, un dogma es una proposición de fe o de moral revelada por Dios, transmitida por la tradición apostólica, y propuesta formalmente por la Iglesia a los fieles, sea por la autoridad papal, por un concilio o simplemente por el magisterio ordinario de la sucesión apostólica de los obispos. La creencia en los dogmas de fe es condición indispensable para la pertenencia a la Iglesia cristiana; de acuerdo al principio de extra ecclesiam nulla salus ("no hay salvación fuera de la Iglesia"), se considera que la aceptación integral de los dogmas contenidos en el Catecismo es indispensable para la salvación del alma.

Los dogmas incluyen tanto la doctrina explícitamente presente en el texto de la Biblia como la contenida en la Tradición y formalizada por la enseñanza eclesiástica (Magisterio). Los artículos del Credo, la infalibilidad del Papa, la Inmaculada Concepción de María o la transubstanciación de la hostia y el vino en la misa son ejemplos de dogmas de la segunda clase.
Ésta es una lista incompleta pero representativa de las proposiciones que la Iglesia Católica considera dogmas de fe:

Dogmas sobre Dios:

Dios existe;
La existencia de Dios es objeto de fe;
Dios es único y eterno;
Dios es uno y trino;
Dogmas sobre Jesús
Jesús es verdadero Dios, consustancial al Padre, e hijo de Dios;
Jesús poseyó las dos naturalezas, humana y divina, sin transformarse o mezclarse;
Cada una de las dos naturalezas en Jesús poseyó una propia voluntad física y una propia operación física;
Jesús se inmoló en la cruz como verdadero y propio sacrificio;
Jesús rescató y reconcilió al hombre con Dios por medio del sacrificio de su muerte en la cruz;
Al tercer día después de su muerte, Jesús resucitó de entre los muertos;
Jesús subió en cuerpo y alma a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre;

Dogmas sobre la creación :

Todo cuanto existe fuera de Dios ha sido creado de la nada por Dios en cuanto a la totalidad de su sustancia;
El mundo fue creado en el tiempo;
El mundo es conservado por la voluntad divina;
Dogmas sobre la Iglesia
La Iglesia fue fundada por Jesús;
Jesús instituyó a Simón Pedro como primero entre los apóstoles y como cabeza visible de toda la Iglesia, confiriéndole inmediata y personalmente el primado de jurisdicción;
El Papa posee la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia, no solamente en cosas de fe y costumbres, sino también en la disciplina y gobierno de la Iglesia;
El Papa es infalible siempre que habla ex cathedra;
La Iglesia es infalible cuando define en materia de fe y costumbres;

Dogmas sobre María :

María fue concebida libre de pecado (la Inmaculada Concepción);
María fue verdaderamente madre de Dios;
María ascendió en cuerpo y alma a los cielos;
María fue virgen antes, durante y después del parto;
Dogmas sobre la naturaleza humana
El pecado de Adán se propaga a todos sus descendientes por generación, no por imitación;
El hombre caído no podía redimirse a sí mismo;
El hombre consta de dos partes esenciales: el cuerpo material y el alma espiritual;

Dogmas sobre los sacramentos:

El bautismo es un verdadero sacramento instituido por Jesús;
La Confirmación es verdadero y propio sacramento;
La Iglesia ha recibido de Cristo la potestad de perdonar los pecados cometidos después del bautismo.
La confesión sacramental de los pecados está prescrita por Dios y es necesaria para la salvación;
La eucaristía es verdadero sacramento instituido por Jesús;
La unción de los enfermos es verdadero y propio sacramento instituido por Jesús;
El orden sacerdotal es un verdadero y propio sacramento instituido por Jesús;
El matrimonio es un verdadero y propio sacramento instituido por la ley mosaica y confirmado por Jesús;
Dogmas sobre el más allá (novísimos)
Existe el paraíso, que consiste en la visión de Dios;
Existe el infierno, que consiste en el castigo del alma y el cuerpo;
Existe un purgatorio, donde los muertos en pecado venial purgan sus culpas antes de acceder al paraíso;
Jesús regresará para dar fin a este mundo;
Todos los muertos resucitaran con sus cuerpos en el último día
Jesús juzgará a muertos y vivos y los enviará al infierno o al paraíso según su justicia.

Inmaculada Concepción


La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción.
Como demostraremos, esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.



"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)


-La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.


-La Encíclica "Fulgens corona", publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre»


-Fundamento Bíblico:
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado.

Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.


En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.
El Apocalipsis narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.


jueves, 2 de diciembre de 2010

Algunos pecados te excomulgan

Por ejemplo en el caso del aborto.
Debate sobre el aborto:
Persona X: A ver, yo no veo normal que por ejemplo una niña de 13 años a la que han violado, tenga que tener ese hijo. Porque,queramos o no queramos, un niño es una gran responsabilidad, y ya no va a ser como antes, vas a tener que estar todo el tiempo detrás del niño, y para una chica de 13 años no creo que sea lo más adecuado.
Y respecto al tema de NO abortar, tenerlo y luego darlo en adopcion no me parece ni lo mas normal ni logico. Es muy fácil decir que luego lo das en adopción,pero claro,la chica tiene que pasar porque en el colegio o instituto la que va a tener que aguantar las miradas y los cuchicheos de todo el mundo va a ser esa chica. En muchos casos la insultaran,etc. Aunque abortar también pueda producir un gran dolor psicológico, pero hay que valorar,porque en los dos casos habría algo malo. Lo mejor: ser responsable.

Persona Y: A mí abortar no me parece bien. Quieras que no estás quitando una vida que YA se ha formado en ti. Y matarla... como que no. Además, hay un gran daño psicologico que se produce cuando abortas, y claro, eso no lo dicen los médicos. Muy pocas personas que abortan llegan a superarlo. Si la gente no es consecuente con sus actos pues que también se atenga a las consecuencias. Porque por tu culpa podrías matar a una vida. Estoy de acuerdo con que lo mejor es ser responsable.

Y como aquí ninguna de las dos tenemos un punto de vista a favor del no aborto,puees... si queréis dejar comentarios sobre este tema, y los publicaré.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Comunión de los Santos
La doctrina se expresó en el texto recibido del Credo Apostólico en la segunda cláusula del noveno artículo: "Creo . . . la santa Iglesia católica, la comunión de los santos ". Ésta adición, probablemente la última, al antiguo Símbolo Romano se encuentra en:

-la liturgia galicana del siglo VII (P.L., LXXII, 349, 597);

-en algunas cartas del pseudo-Agustín (P. L., XXXIX, 2189, 2191, 2194), ahora atribuidas a San Cesáreo de Arlés (c. 543);

-en "De Spiritu Sancto" (P. L., LXII, 11), atribuido a Fausto de Riez (c. 460);

-en "Explanatio Symboli" (P. L., LII, 871) de Niceto de Remesiana (c. 400); y
en dos documentos de fecha incierta, el "Fides Hieronymi", y una confesión armenia.

Los críticos han elaborado diversas teorías sobre estos hechos. Algunos mantienen que la adición es una declaración contra Vigilantius, que no aprobaba la veneración de los santos; y relacionan esta declaración con Fausto del sur de la Galia y probablemente también con Niceto de Pannonia, en quien influyó la "Catequesis" de San Cirilo de Jerusalén.
Otros lo consideran una primera reacción contra el separatismo de los donatistas, por lo tanto una concepción africana y agustiniana dirigida solamente a los miembros de la iglesia, cuyo superior significado de coparticipación con los santos difuntos sería introducida posteriormente por Fausto.
En fin otros piensan que tuvo su origen en Armenia, con un significado antidonatista, de donde pasó a Pannonia, la Galia, las Islas Británicas, España, etc., adquiriendo nuevas acepciones en su andadura hasta culminar finalmente en la síntesis Católica de los teólogos medievales. Estas y muchas otras conjeturas no modifican la doctrina tradicional, de acuerdo con la cual la comunión de los santos, dondequiera que fuese introducida en el Credo, es la consecuencia natural de la enseñanza de la Escritura, y principalmente de la fórmula bautismal; el valor del dogma no reside en la solución de ese problema histórico.

Magisterio de la Iglesia

El magisterio es la autoridad de la Iglesia, investida a los obispos, como sucesores de los Apóstoles, para enseñar la fe bajo la autoridad del Sumo Pontífice, sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y cabeza visible de la Iglesia católica. El magisterio incluye la enseñanza de la doctrina, la moral y las costumbres.

Estar en comunión con el Papa

¿Qué significa esto?La eucaristía es el sacramento de la Comunión en sus dos dimensiones: invisible, es decir, la eucaristía nos une al Padre, en Cristo, por la acción del Espíritu Santo, y entre nosotros. Y visible, es decir, implica nuestra comunión en la doctrina de los apóstoles, en los sacramentos y en el orden jerárquico.Expliquemos estas dos dimensiones: invisible y visible. Este capítulo es muy importante desde el punto de vista teológico y pastoral.

Nos dice el papa, que para que se realice la comunión con Dios mediante la eucaristía, es necesario, primero, la vida de gracia en nosotros, y la práctica de las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad. Sólo si estamos en gracia, podremos obtener verdadera comunión con la Trinidad en cada celebración eucarística.

El papa cita las palabras de San Juan Crisóstomo: “También yo alzo la voz, suplico, ruego y exhorto encarecidamente a no sentarse a esta sagrada Mesa con una conciencia manchada y corrompida. Hacer esto, en efecto, nunca jamás podrá llamarse comunión, por más que toquemos mil veces el Cuerpo del Señor, sino condena, tormento y mayor castigo” (Homilías sobre Isaías 6, 3; Patrología Griega 56, 139).

Por eso el Catecismo de la Iglesia Católica establece: “Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar” (n. 1385). Es decir, debe reconquistar la gracia de Dios, perdida, pisoteada, despreciada, escupida por el pecado grave. Y esto se logra mediante la confesión sacramental. Queda, pues, vigente lo que ya había establecido el concilio de Trento: “Debe preceder la confesión de los pecados cuando uno es consciente de pecado mortal, antes de recibir la Sagrada Comunión”(Ses. XIII, Decretum de ss. Eucaristía, cap. 7 et can. 11: DS 1647, 1661).

Si queréis saber más, en este enlace: http://es.catholic.net/conocetufe/423/2219/articulo.php?id=23148