miércoles, 19 de enero de 2011

Mi nombre es Khan.

Ayer fuimos a ver una película en el Teatro Salon Cervantes que la verdad estuvo muy interesante. Las diferentes religiones, por un lado el chico que es musulmán y la mujer que es indhú. Y aunque sean de diferentes religiones consiguen estar juntos, porque es un amor verdadero. Por lo tanto hay mucha tolerancia, aunque por otro lado por el atentado de las Torres Gemelas todas las personas se vuelven en contra de los musulmanes, aunque ellos no tuvieran la culpa.

Hay es donde llega el conflicto de el hijo de Mandira. Todos los de su colegio le tratan mal, y al final ocurre una desgracia cuando unos chicos se meten con el y acaba muriendo.

En ese momento vemos una intolerancia tremenda, y a partir de ahi la Mandira no puede soportar el dolor, y en su corazón solo cabe el odio. Que es otra de las cosas que esta película nos quiere enseñar. Pero sobre todo, la enseñanza que nos quieren dar es que el amor lo puede todo. Por eso Khan cuando su mujer le dice que le diga al presidente que no es un terrorista, es capaz.Por amor. Y por amor lo consigue. Es más, por un programa de televisión, todo el mundo se hace eco de su historia.

También en esta historia, aparte de el amor, el odio y la tolerancia, es el perdón. Mandira es capaz de perdonar a su marido, es capaz de separar el odio que tiene en su corazón y perdonar. Pero sobre todo, es cuando el amigo del hijo de Khan, no puede aguantar más el dolor, la angustia de saber que no ha dicho la verdad y confiesa. Y aunque Mandira no es capaz de perdonarle en ese momento, su madre sí que lo hará. Porque por palabras suyas "es una madre".

El perdón es algo muy importante, y en la iglesia tenemos un sacramento referido a eso. El de la penitencia.

Aquí dejo el trailer de la película:

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